5.08.2007

she´s...

Porque la humillación intelectual es el mejor fertilizante para la cultivación de una nutrida venganza intelectual.


Me jodes, me maltratas y haces de mi inteligencia un materialismo dialéctico que ya pasó de moda.
Eres jodida y exigente hasta el fanatismo; me tienes loco cuando me preguntas “¿entendiste?”
Hablas de Nietzsche porque sabes, y me retas a que practique con tigo mi retórica.

No te soporto por momentos, eres tan molestosa y chillona, tanto que da ganas de callarte o de coserte la boca, de lanzarte por ahí o de abandonarte por allá.

Me hablas en un ingles superior y se que te encanta saber que saber más que el resto es síntoma de superioridad y de ventaja en la escala del ego. Aunque tengas esa carita celestial de ser la niña buena del grupo, a mi no me engañas. Mentirosa lingüista corporal.

Porque la humillación intelectual es el mejor pretexto para atentar contra los principios éticos de uno; yo voy alterar mi orden por ti.

Te odio, pero se que en el fondo esa es mi manera de decirte que te quiero.

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Nota: este post está dedicado a una de las personas que más me ha inspirado a ser cada vez mejor (tarea que no va acabar nunca).
Me ayudó a la composición: NVNV – Limbo
Imagen: ?
Historia: la persona a quien cito en este post es una compañera de carpeta, en el centro de idiomas. Sabe mucho, y es de aquellas que se le puede sacar una buena charla. Solo que es media atolondrada, estresante, jodida y que más… si, linda.
El problema parte desde su sapiencia del idioma ingles hasta el inmenso contraste que genera con el resto del salón, incluido, por supuesto, yo. Claro que (y como lo suscito) eso me a servido como una especie de droga para esmerarme, ya saben ahora estoy en una competencia compulsiva de conocimientos, y no me iré hasta humillarla (subliminalmente) del asunto. Quiero mi justicia vestida de venganza.

2 comments:

Adriano said...

Hay en esa negación una admiración por lo que no se tiene, a saber: el conocimiento específico y profundo de cuestiones que no alcanzamos a entender. La naturaleza del hombre es de apetito, el intelecto también lo siente y lo espera. No lograr esa realidad, en algún punto, es frustrante. Pero, amigo, todo podría ser relativo y esa persona que nos muestra cuánto sabe, seguramente desconocerá campos que nosotros sí podemos dominar. Un abrazo.

Muñeca said...

Genial!!! me encanta el sentimiento!
Con una amiga somos así. Coincido plenamente!
Muy bien capturado el sentimiento...
Me encantó el : "Porque la humillación intelectual es el mejor fertilizante para la cultivación de una nutrida venganza intelectual".

Muy bueno!
Beso!