La noche parecía no tan oscura como en otras oportunidades. Las luces que rebalsaban en muchos casos, los limites de los fotones, tapaban lo poco que aún quedaba de tinieblas. La gente pasaba y claro, siguen pasando bajo ese manto, que solo por estas fechas es característico.
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Luces rojas y blancas, las palmeras, los árboles y los faros vestían de aquellos colores resplandecientes como nunca antes en todo el año. Calles, casonas y los negocios de vanguardia, todos ellos con los colores que caracterizan a este pedacito de tierra.
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¿Y por que tantos colores? ¿Y por que tantos valses criollos? ¿Y por que tanta gente en medio de una pileta que escupía Pisco?
-Lo que pasa es que estamos festejando el día de la independencia del Perú – el hombre lo decía con una sonrisa en sus labios y con una algarabía extenuada, que solo guardé silencio, dibujando en mí una sonrisa que no delatara la zozobra incandescente que sentía, para no echar a perder la magia inagotable que el licor emanaba.
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Por que claro hoy festejamos, una independencia, que después de ser declarada los esclavos seguían siendo esclavos, los verdaderos pobladores de estas tierra seguían siendo lo peor de la humanidad, la economía seguía teniendo cara de corona y porque claro, tuvo que venir un extranjero para hacer lo que aquí nadie quería en realidad hacer.
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Señores ¿de que independencia me hablan si después del control español, ahora tenemos la dictadura de Wall Street, de la bolsa (y de plástico corriente) de valores de Lima?
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Genial. Pienso que estas fechas son la cara de lo que como sociedad, somos en verdad: un manto grande de gente que no sabe su historia, que no le importa saber su historia, y que claro, le gusta que la elogien, y la gente se embriaga sin saber que mierda está construyendo, por supuesto.
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Luces rojas y blancas, las palmeras, los árboles y los faros vestían de aquellos colores resplandecientes como nunca antes en todo el año. Calles, casonas y los negocios de vanguardia, todos ellos con los colores que caracterizan a este pedacito de tierra.
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¿Y por que tantos colores? ¿Y por que tantos valses criollos? ¿Y por que tanta gente en medio de una pileta que escupía Pisco?
-Lo que pasa es que estamos festejando el día de la independencia del Perú – el hombre lo decía con una sonrisa en sus labios y con una algarabía extenuada, que solo guardé silencio, dibujando en mí una sonrisa que no delatara la zozobra incandescente que sentía, para no echar a perder la magia inagotable que el licor emanaba.
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Por que claro hoy festejamos, una independencia, que después de ser declarada los esclavos seguían siendo esclavos, los verdaderos pobladores de estas tierra seguían siendo lo peor de la humanidad, la economía seguía teniendo cara de corona y porque claro, tuvo que venir un extranjero para hacer lo que aquí nadie quería en realidad hacer.
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Señores ¿de que independencia me hablan si después del control español, ahora tenemos la dictadura de Wall Street, de la bolsa (y de plástico corriente) de valores de Lima?
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Genial. Pienso que estas fechas son la cara de lo que como sociedad, somos en verdad: un manto grande de gente que no sabe su historia, que no le importa saber su historia, y que claro, le gusta que la elogien, y la gente se embriaga sin saber que mierda está construyendo, por supuesto.
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¡Viva el Perú carajo! ¡Viva la bandera que yo no hice! ¡Viva el neo colonialismo que tantos celulares me da y que tantos Mc donal´s me brinda, pero sobretodo de las migajas que me tira, haciéndome pensar que es la única posibilidad para aferrarme a ella! ¡Viva esta raza cobriza que, en el fondo no quisiera ser y que odiamos, aunque muchas veces lo seamos! ¡Viva la derrota que siempre festejamos! ¡Y que viva estas fiestas patrias compañeros!
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Si de todas maneras quieres festejar esto pues solo me queda decir: a todos los que tenemos el orgullo de ser peruanos un ¡Feliz 28 de Julio!
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Inspiración: hoy fui al centro a ver una película. Dios mío el centro ahorita está hecho un moustro movedizo.
¿Algo más?: no, nada en realidad.
¿Algo más?: no, nada en realidad.
